Por:  Juan E. Easton H.

Prueba de Rienda Chilena:   El Volapié

El volapié corresponde a una de las pruebas de la Rienda Chilena más dinámica y en ella se mide la capacidad del binomio de mantener un eje en línea recta en velocidad, frenar en entrada de patas y antes de detenerse y mientras el caballo se encuentra deslizando sus posteriores girar hacia el lado donde se encuentran los jurados, para retomar carrera en dirección opuesta idealmente sobre la misma línea que se traía para ejecutar lo mismo en el otro extremo de la cancha. En este caso, al girar por segunda vez en la dirección de los jurados se efectúa el giro en la otra pata. Recapitulando. El primer giro se efectúa a la derecha (pata derecha) y el segundo a la Izquierda (pata Izquierda). En la tercera carrera el volapié se ejecuta al centro de la pista y se gira enfrentando al jurado.

El volapié siempre se confunde con la entrada de patas y se piensa que es casi lo mismo, pero no es así. En el volapié se mide la capacidad del caballo (y su jinete = Binomio) de girar en una de sus patas en sentido contrario al que se viene, lo que implica vencer la fuerza contraria cambiando súbitamente de dirección. El Caballo Chileno, si no es el único, es uno de los pocos  capaces de ejecutar esta prueba correctamente y con facilidad. Si observamos la Rienda Internacional y/o las pruebas de Rienda que se ejecutan en competencias latinoamericanas, veremos la Entrada de Patas, Esbarro o Rayada; sin embargo no encontraremos Volapié. Normalmente se pide el giro cuando el caballo ya está detenido o retrocediendo y por lo tanto ejecutarlo cuando las patas del caballo vienen deslizándose (o rayando)y girando en sentido contrario para proseguir la prueba sin detención, constituye la gran diferencia y la máxima dificultad de esta prueba.

La mayoría de los entendidos estará de acuerdo en que los caballos de Rienda Chilena son de poca vida útil debido a que principalmente en las Pruebas de Entrada de Patas y parar y el Volapié comienzan rápidamente a adelantarse a ellas  o a pararse. Así ha sido generalmente a lo largo de la historia, pero eso se debe a que los caballos son tironeados del hocico para desarrollar estas pruebas y lo que debe hacerse es enseñarles a obedecer una orden para ejecutar, sin ser sujetados con violencia por el hocico. Para ello hay técnicas que iremos viendo cuando profundicemos en cada uno de los temas. Por ahora hay que considerar NO tironear a los caballos y no hacerlos entrar las patas en los entrenamientos. Basar los entrenamientos de esta prueba en galopar en línea recta bajo completo control (ojalá efectuar fuera de la Medialuna). Primero despacio e ir agregando velocidad en la medida que se mantenga el control del caballo.

Para lograr que su caballo entregue bien las patas y lo haga en forma natural, ejercítelo en el retroceso. Un caballo que retrocede bien, sin esfuerzos y en forma rápida, estará capacitado para entrar las patas con mayor facilidad. Repita el retroceso todas las veces que sea necesario y cuando su caballo esté bien entregado a él, Ud. verá como solo irá poniendo sus posteriores cuando  lo haga parar tras una troya o un entrenamiento de línea o cualquier otro.

Para que se entienda bien, estoy asegurando que un caballo que esté retrocediendo bien también está en condiciones de entrar las patas en forma adecuada. También sostengo que un caballo que no es tironeado del hocico para lograr una entrada de patas es un caballo que podrá moverse a la Rienda permanentemente sin restricción de tiempo. Que el caballo no se adelante a las pruebas es cuestión de la forma de trabajarlo. Si el caballo es sometido y tironeado su respuesta será equivocarse, defenderse, adelantarse, pararse y estar lleno de inseguridades.

Todas las pruebas deben lograrse a la buena, donde el caballo ejecuta tras una orden comprendida y no por temor a la represalia.

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