Por:  Juan E. Easton H.

La última columna de don Arturo Montory, titulada “El concepto de “Atajada”  y  la influencia de la Rienda”, pone sobre el tapete un tema de primera  importancia que afecta al Rodeo Chileno en la actualidad y que dice relación con la forma en que se juran las atajadas hoy y que ella contraviene las disposiciones que el propio reglamento define y por lo tanto  se puede concluir  que se está faltando al él, con esta forma de jurar.

A los puntos que Don Arturo manifiesta, hay que agregar otros que se suman y ratifican lo que el indica.

Más allá de la calidad de los jurados o de sus preferencias, estamos observando permanentemente como el argumento de la jura se está escapando severamente del espíritu reglamentario y también de la letra de éste. Sucede entonces que muchos de los  que están mirando comienzan a deformar en su mente el verdadero concepto y espíritu reglamentario que las personas que lo hicieron (eruditos sin duda) tuvieron en su momento.

Vamos viendo:

1-    Postura  dentro de la zona y remate

2-    Aberturas (¿caballo abierto?)

3-    El novillo se detuvo en la atajada

4-    Raspadas (los jurados han exterminado las atajadas de paleta)

5-    Atajadas castigadas mal explicadas

1-    Postura  dentro de la zona: El reglamento es sumamente claro en este punto y dice que en la zona de postura el caballo debe ir al menos con un pecho sobre el novillo y al momento de rematar debe hacerlo con los dos pechos.

Claramente los jurados de hoy exigen los dos pechos en la zona de postura y eso contraviene el reglamento. Es más, cuando un caballo que va trabajando con los dos pechos, en un cambio de velocidad muestra uno, le cantan que se enderezó en zona de postura no siendo así ya que para que eso sea efectivo el caballo tendría que haber mostrado ambos pechos.

Y el remate debe ser en un punto definido del vacuno y este debe ser detenido al menos por un instante para que la atajada sea válida. Si después el toro sigue peleando y el caballo continúa la lucha, no importa cuanto dure ni lo que se avance dentro de la atajada. La validez de ella se produce en el primer golpe y muchas veces algunos jurados la dan como atajada sin remate por lo que sucede después del remate, no debiendo ser así. El remate se produce al detener por un instante el toro en el primer encuentro con la atajada. Si hay remate, la atajada debe ser pagada al margen de lo que suceda después, salvo que se suceda una tijera o un piño.

2-     Aberturas: El reglamento indica como abertura a la pérdida de contacto entre el caballo y el novillo y esta referencia se refiere a la que se produce porque el caballo se despega del novillo y no cuando el novillo se despega ya que en este caso el caballo lo puede seguir volviéndose a juntar y un buen jurado debiera valorarla. Lo mismo ocurre cuando  un caballo arrastra y el novillo va con el paso cambiado, entonces se va despegando del caballo y volviéndose a juntar. Esa situación no constituye abertura, pero hay jurados que si la castigan erradamente .

Mucho se dijo cuando se impusieron las banderillas de cancha que los jurados debían ser criteriosos  al considerar aberturas en carreras orilladas. Esos criterios mayoritariamente se han ido olvidando y la situación más bien se ha traducido  en una herramienta que algunos  usan desprolijamente dependiendo de quién esté corriendo.  Por otra parte cuando el novillo va trancado y el arreador lo empuja para que no se pare y pueda ser válida la atajada generalmente el animal va ladeado con el tren delantero entablado lo que hace que por el frente se vea despegado pero en esa situación no hay otra posibilidad y un jurado criterioso y conocedor  debiera pagar la atajada si ésta se produce.

3-     El novillo se detuvo en la atajada: éste es un término medianamente nuevo y que es usado para no pagar una atajada en referencia a que el novillo estaba detenido antes de producirse ésta. Si es así está bien anulada la atajada pero la situación se presta nuevamente para la utilización de criterios dispares. Para que exista remate, el novillo debe ser detenido (aunque sea por un instante) por lo tanto el decir que el novillo se detuvo en la atajada es obvio ya que todos los novillos que han sido atajados han sido detenidos. El tema es si el novillo se detuvo por efecto del caballo o se detuvo antes de producirse la atajada y  aquí se produce otra vez esa situación de ambivalencia que en mi opinión no le hace bien al Rodeo.

4-    Raspada. La raspada corresponde técnicamente a lo que antes se denominaba ramplazo, donde el caballo se desliza por parte del novillo sin detenerlo en un sector específico de su cuerpo por lo que la atajada no es válida. El problema es que hoy de 10 raspadas que se computan 7 u 8 no lo son. A las atajadas de paleta, aunque el golpe sea seco, le cantan raspada. Muchas veces también con el caballo vuelto buscando encarnarse y atajando sobre la paleta. Curiosamente los jurados de la actualidad han reducido a la mínima expresión las atajadas de paleta, generalmente cantan dos puntos buenos a una atajada de paleta libre chica y eso no es correcto. El reglamento dice claramente que la atajada sobre la paleta son dos puntos buenos y la paleta libre son tres puntos buenos. Estoy de acuerdo en que el sector donde la atajada vale tres puntos es mucho más amplio que los otros dos, pero lamentablemente hay que respetar el reglamento, ¿sino para que está?

5-    Atajadas castigadas mal explicadas: Primero hay que decir que los jurados profesionales están para determinar la validez de una atajada especialmente cuando ésta es compleja, ya que cuando es clarita hasta un niño la jura correctamente. Entonces cuando un jurado no paga una atajada debe ser claro y preciso en la razón del castigo, si no se presta para confusiones y situaciones inconvenientes. Repetidamente vemos en los rodeos que cuando una atajada es muy rápida o representa alguna duda los jurados dicen “cero, caballo derecho” o peor aún, “cero” aunque el caballo haya llegado de las costillas del toro. Si el caballo va derecho debe decirse si es en la cancha o en la atajada. Cuando se dice “cero” y no hay envoltura ni cogote debería darse la razón técnica por la que no se paga la atajada.

Como me doy el trabajo de revisar videos repetida y constantemente puedo afirmar que este tipo de  situaciones se está presentando en los rodeos con una frecuencia absolutamente inconveniente. Siempre he pensado que los jurados se pueden equivocar pero deben trabajar para que esos errores no sean tantos.

Vuelvo a lo planteado en la columna de Don Arturo Montory, donde se refiere a las atajadas violentas en que los caballos desbocados pasan para arriba y golpean incluso las tablas con sus manos perdiendo el control sobre el novillo. Efectivamente estas atajadas no debieran validarse pero hay que tener cuidado para diferenciarlas de cuando un caballo va con un novillo hacia arriba, lo eleva y lo remata y el novillo baja antes que el caballo ya que es prácticamente peso muerto en picada y el caballo queda apoyado en sus posteriores por lo que demora más en bajar. Son dos cosas distintas pero que pudieran ser confundidas. En general estoy de acuerdo con todo lo que plantea don Arturo en la referida columna.

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